Los adolescentes que comparten mensajes de texto o correos electrónicos sexualmente explícitos, conocido como "sexting", son más propensos a haber sufrido abuso sexual que sus compañeros, sugieren los resultados de una nueva encuesta.
"El sexting podría ser una parte normal del desarrollo sexual" para algunos adolescentes, planteó la autora principal del estudio, la Dra. Kanani Titchen.
Pero en otros "podría ser un indicador de una relación romántica malsana o de antecedentes de abuso sexual", advirtió Titchen, miembro postdoctoral del Hospital Pediátrico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.
El equipo de investigación encuestó a casi 600 adolescentes que viven en un área muy pobre del Bronx, en la ciudad de Nueva York.
"Encontramos que más o menos un 25 por ciento de las chicas y un 20 por ciento de los chicos de 14 a 17 años de edad habían alguna vez enviado una fotografía sexualmente sugerente o un desnudo a través de un mensaje de texto o un correo electrónico", dijo Titchen.
Los adolescentes que hacían sexting también eran más propensos a haber mantenido relaciones sexuales, añadió.
"Estos dos hallazgos no fueron sorprendentes, y son coherentes con los hallazgos de estudios anteriores sobre el sexting entre los adolescentes", dijo Titchen.
Pero las chicas que dijeron que habían sido sexualmente abusadas o victimizadas por una pareja íntima tenían entre cuatro y tres veces más probabilidades, respectivamente, de haber hecho sexting que las demás chicas, apuntó.
Y los chicos que habían sido sexualmente abusados o victimizados eran el doble de propensos a decir que habían realizado sexting.
El estudio también indicó que aunque chicas y chicos tenían tasas similares de sexting, las chicas tenían unas tres veces más probabilidades de sentirse presionadas a hacerlo.
Los hallazgos "sugieren que en las comunidades urbanas muy pobres, como el Bronx, el sexting adolescente podría formar parte de un continuo de experiencia sexual abusiva y de explotación tanto en las chicas como en los chicos", lamentó Titchen.
Los participantes se reclutaron en las salas de espera de las clínicas de hospitales. Poco más de un tercio eran chicos. Casi un 60 por ciento eran hispanos, y más de una cuarta parte eran negros.
Otros hallazgos incluyeron:
- Más o menos un 45 por ciento de los chicos y de las chicas dijeron que ya habían tenido relaciones sexuales.
- Alrededor de un 15 por ciento de las chicas y un 7 por ciento de los chicos dijeron que habían sufrido violencia de parte de una pareja sexual. Las cifras del abuso sexual fueron similares.
- Las chicas tenían casi el doble de probabilidades que los chicos (un 33 frente a un 17 por ciento) de enfrentar una depresión entre moderada y grave, anotaron los investigadores.
¿Qué pueden hacer los padres?
Titchen aconsejó iniciar una conversación sincera de inmediato cuando el adolescente obtenga un smartphone.
"Los padres deben hablar sobre la permanencia de las imágenes que se publican en línea o se envían por medios electrónicos", dijo.
También deben "comentar a sus hijos adolescentes que no está bien presionar a la gente para que envíe mensajes sexuales o sexting, y tampoco compartir mensajes sexuales con los demás", añadió.
Pero Titchen advirtió que es importante abordar el tema "de forma abierta y sin juzgar".
Sarah Feuerbacher es directora del Centro de Consejería Familiar de la Universidad Metodista del Sur en Plano, Texas.
Para los padres, "tender lazos y hablar con un niño/adolescente que pensamos que participa en conductas inadecuadas y riesgosas es de verdad un acto de amor, aunque quizá parezca como lo más difícil que se pueda hacer", dijo Feuerbacher, quien no participó en el estudio.
"Recuerde que es probable que su hijo se esté sintiendo muy aislado y solo", comentó. "Haga que su hijo sepa que usted le apoya siempre que quiera hablar, y que se preocupa por él o ella".
Es importante escuchar, ser paciente y ofrecer consuelo y respaldo, dijo Feuerbacher.
Sugirió que los padres también ofrezcan orientación sobre cómo fomentar relaciones sanas y seguras. Eso incluye conocer a alguien en persona o por teléfono antes de que las cosas vayan a más.
"Las conexiones en los medios sociales no cuentan como conocer a la persona real", apuntó Feuerbacher.
Los hallazgos se presentaron esta semana en Toronto en una reunión de las Sociedades Académicas de Pediatría (Pediatric Academic Societies). Los estudios presentados en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista médica revisada por profesionales.
Más información
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece consejos a los padres que desean hablar con sus hijos adolescentes sobre el sexting.
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