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El PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio condena la represiva ley de comunicación social de Cuba

La Ley de Comunicación 162/2023, que restringe aún más la libertad de expresión, entró oficialmente en vigor el 4 de octubre, según el PEN Club

El PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio ha expresado su enérgica condena a la nueva Ley de Comunicación Social, que entró en vigor el 4 de octubre de 2023. La organización considera esta Ley de Comunicación como otro ejemplo de la continua campaña del gobierno cubano para reprimir la libertad de expresión y silenciar a sus ciudadanos. La ley, conocida oficialmente como Ley 162/2023, ha suscitado importantes preocupaciones entre escritores, periodistas y activistas tanto dentro como fuera de Cuba.

Una medida draconiana contra la expresión

La Ley 162/2023 fue aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, de partido único, en mayo de 2023. La ley tiene como objetivo "regular el Sistema de Comunicación Social para la gestión estratégica e integral de los procesos de comunicación social en los ámbitos organizacional, mediático y comunitario". La Ley de Comunicación pretende servir a propósitos políticos, de bien público, organizativos y comerciales, y afectar a los espacios públicos físicos y digitales. Sin embargo, los críticos sostienen que su verdadera intención es restringir aún más el pluralismo mediático y la libertad de expresión en Cuba.

Según esta Ley de Comunicación, las organizaciones de medios de comunicación deberán registrarse en el Estado cubano y operar bajo su supervisión. Esta disposición genera alarmas sobre la posibilidad de un mayor control gubernamental sobre el contenido, lo que limitaría la capacidad de las voces independientes para comunicarse libremente. El PEN Club sostiene que esta legislación supone otro golpe significativo al ya precario estado de la libertad de expresión en Cuba, reforzando el control del régimen sobre la información y el discurso cultural.

La implementación de la Ley de Comunicación 162/2023 es parte de un patrón más amplio de represión que se ha intensificado en los últimos años. Según el Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), hasta octubre de 2024 se han documentado 531 violaciones a la libertad de expresión y prensa. Esta cifra supera las 494 violaciones registradas en todo 2023, lo que indica una preocupante tendencia hacia el aumento de la represión.

Las tácticas empleadas por el gobierno cubano para reprimir las voces disidentes son variadas y agresivas. Los métodos más comunes incluyen el acoso, las amenazas a las personas y sus familias, los actos de repudio, las agresiones físicas y verbales, las detenciones arbitrarias y los juicios amañados que a menudo conducen a fuertes multas o penas de prisión. Muchos escritores, periodistas y artistas también se han visto obligados a exiliarse como resultado de la atmósfera opresiva.

Una bandera cubana sobre una máquina de escribir, acompañada de un lápiz y una hoja de papel, simbolizando la creatividad y la herencia.

Contexto histórico de la represión

El gobierno cubano tiene una larga historia de emplear mecanismos legales para sofocar la creatividad y la disidencia. El PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio destaca varias leyes y decretos que han contribuido al actual entorno represivo. Entre ellas se encuentran:

  • Ley 88 (1999): conocida comúnmente como Ley Mordaza, restringe la difusión de información y castiga la disidencia.
  • Decreto 349 (2018): este decreto limita aún más la expresión artística y el trabajo creativo.
  • Decreto Ley 370 (2018): esta legislación aniquiló efectivamente la libertad de expresión en Internet, al imponer estrictas regulaciones sobre el contenido en línea.
  • La Constitución de la República de Cuba (2019): si bien contiene disposiciones sobre la libertad de expresión, su aplicación práctica ha sido muy restringida.
  • Decreto Ley 35 (2021): regula las telecomunicaciones, incluidas la televisión y la radio, e impone estrictos controles a la radiodifusión.
  • Ley 51 (2022): establece un nuevo y draconiano Código Penal, que intensifica los castigos por delitos relacionados con la expresión.
  • Ley de Comunicación Social (2023): La última incorporación a una serie de medidas legislativas destinadas a controlar la narrativa dentro del país.

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