Little Havana está en el mapa del Super Bowl LIII y estamos entusiasmados por las festividades.
Tuve una experiencia interesante en la mañana de un día hace dos semanas. Mientras tomaba café cubano en la ventanita de El Exquisito y leía mi periódico Calle Ocho News, levanté la vista para ver mucha actividad en el legendario Ball & Chain que estaba al cruzar la calle a mí. Ese bar y salón de música ya estaba en su movimiento de medio dia. Al lado, el artista que se conoce como "gwizah", le estaba dando los últimos toques a un llamativo mural que representaba el inminente Super Bowl con un toque de Miami, dándole un guiño a Fox Sports, que sera quien transmitirá el partido. Al mismo tiempo, Bill Fuller, uno de los propietarios y gerentes de Ball & Chain, me invitó a cruzar la Calle Ocho y unirme a él y a algunas personas del bar durante un momento interesante con los parlantes de Fox Sports. Al rato, un grupo de músicos estaba tocando música de salsa mientras que el equipo de Fox Sports, encabezado por Curt Menefee, Jay Glazer, Jimmy Johnson, Terry Bradshaw, Howie Long, Michael Strahan, y otros, pasaba junto al mural. Entrando en el Ball & Chain, los hombres iban mostrando sus mejores imitaciones de baile de salsa, vestidos con camisas hawaianas y pantalones cortos.
Ball & Chain fue el lugar apropiado para comenzar el camino hacia el gran juego, aunque todavía está a cinco meses de llevarse a cabo, porque el bar se encuentra a solo una milla del sitio histórico del Orange Bowl, que vio desenvolverse en sus terrenos a cinco Super Bowls en un lapso de solo once años en los primeros años de uno de los eventos deportivos más populares del mundo. Además, el estadio que suplantó al Orange Bowl como el hogar de los Miami Dolphins y los Miami Hurricanes, el Hard Rock Stadium, ha albergado cinco Super Bowls adicionales, dándole a Miami la distinción envidiable de albergar más de estos partidos clásicos que cualquier otra área metropolitana. . En febrero de 2020, el área albergará la undécima y última versión de este clásico en el Hard Rock Stadium.
El Super Bowl de hoy en día es un espectáculo de mil millones de dólares con una audiencia de cientos de millones. Casi desde sus inicios a fines de la década de los 1960s, el Super Bowl fue un evento grandioso y Miami y su legendario Orange Bowl representaron su local más importante.
Construido a un costo de $ 340,000 en 1937 por La Administración de Obras Públicas de Franklin Roosevelt, la estructura de acero y concreto que se conoció como el Orange Bowl contenía, inicialmente, solo 24,000 asientos. Las adiciones posteriores, incluyendo una nivel superior, elevarían la capacidad de asientos a 78,000. Ubicado en el antiguo sitio de Tatum Field en el vecindario de Riverside Heights, el estadio fue fácilmente conocido como la estructura más emblemática del área.
El acuerdo de la union entre la establecida Liga Nacional de Fútbol y la nueva Liga de Fútbol Americano allanó el camino para un campeonato de fútbol entre las dos ligas, con la primera, que se jugó en Los Ángeles, en 1967. En esa competencia, los poderosos Green Bay Packers de la NFL derrotaron los Kansas City Chiefs de la AFL, 35-10.
Los siguientes dos Super Bowls, como se fue rápidamente conociendo el partido, se jugaron en el Orange Bowl. El primero, el Super Bowl II, se jugó ante 75.546 fanáticos el 14 de enero de 1968. La ciudad estaba inundada de forasteros que habían llegado a ver el juego. ¡Los precios de las entradas fueron $12 por los mejores asientos y $6 por el resto! Se estima que 50 millones de personas vieron el partido a través de la televisión. Pero no los Miamenses, ya que este estaba bloqueado de ser transmitido en el área local debido a una regla de la liga. Una vez más, los Green Bay Packers dinásticos prevalecieron con una victoria de 33 a 14 sobre los Oakland Raiders.
El Orange Bowl fue el lugar el próximo año para el Super Bowl III, uno de los partidos más famosos de este clásico. Jugado el 12 de enero de 1969, bajo un cielo soleado después de que se levantara la niebla de la mañana, los New York Jets derrocaron a los muy favorecidos Baltimore Colts, 26-7. Tres días antes, su jugador temerario, Joe Namath, se había parado ante una multitud de 700 en el Miami Touchdown Club, levantó un vaso de Johnny Walker Black y agua y "garantizó" una victoria sobre los Jets. Namath fue brillante en la sorpresa impactante que siguió en el césped del Orange Bowl. Posteriormente, le dijo a un cuerpo de prensa aturdido y a cualquier otra persona al alcance del oído: "Hola Mundo, Bienvenido a la Liga de Fútbol Americano".
¡Los precios de las entradas para ese memorable Super Bowl III fueron los mismos que el año anterior, mientras que un programa de solo costo $1! Para el partido estuvieron presentes el senador Ted Kennedy y su padre anciano, Joe Kennedy (solo seis meses después del asesinato de su hermano mayor, el candidato presidencial, Bobby Kennedy). Tres astronautas del programa espacial Apolo dirigieron el canto del Himno Nacional.
Concluiremos nuestro vistazo a los Super Bowls en el área de Miami en la próxima presentación de esta columna periodística.
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