Las ciudades utilizan máquinas expendedoras para proporcionar artículos gratuitos para la reducción de daños, incluidos naloxona, en la batalla en curso contra el crisis de opioide
Máquinas expendedoras, tradicionalmente conocidos por sus snacks, son ahora un arma sorprendente contra elopioide epidemia. Las ciudades los están reutilizando para ofrecer suministros que salvan vidas como parte de los esfuerzos de reducción de daños para combatir la crisis de opioides. Elementos clave comonaloxona ahora se hacen accesibles al público de forma gratuita a través de estas innovadoras máquinas.
El proveedor de máquinas Shaffer Distributing, reconocido por sus juegos de arcade y máquinas de pinball, ha estado colaborando con las comunidades estadounidenses para implementar estas máquinas expendedoras modificadas, incluso antes de que la FDA aprobara Narcan como producto de venta libre.
Acceso conveniente a artículos esenciales
Estas máquinas expendedoras modificadas funcionan como las estándar, pero se han adaptado para dispensar una variedad de productos solicitados por grupos de reducción de daños, departamentos de salud y organizaciones sin fines de lucro. Entre los artículos disponibles se encuentran el aerosol nasal Narcan, kits de prueba de VIH, tiras reactivas de fentanilo, botiquines de primeros auxilios, bolsas para desechar recetas y kits de sexo seguro. El objetivo es poner a disposición de la comunidad herramientas esenciales de reducción de daños y de salud pública.
Hasta el momento, aproximadamente 200 de estas máquinas se han distribuido en varios lugares, incluidos ayuntamientos, bibliotecas públicas, campus universitarios, oficinas de correos y oficinas del sheriff. Esta ubicación generalizada garantiza que las personas tengan acceso las 24 horas a estos recursos críticos.
Crisis de opioide: Acceso discreto y sin juicios
Una de las principales ventajas de utilizar máquinas expendedoras para distribuir estos artículos es la discreción que ofrecen. Los usuarios pueden acceder a estos suministros sin temor a ser estigmatizados o juzgados. Con la reciente aprobación de la FDA que permite que Narcan se venda sin receta, estas máquinas brindan una alternativa privada a la obtención del medicamento en un entorno público. Esta discreción es vital para garantizar que quienes necesitan estos recursos puedan acceder a ellos sin dudarlo durante la crisis de opioide.
Además, estas máquinas expendedoras no requieren que los usuarios ingresen información o detalles personales durante el proceso. La atención se centra en reducir las barreras de acceso, haciéndolo tan simple como presionar un botón para obtener los elementos necesarios. Este enfoque de baja barrera alienta a más personas a utilizar estas máquinas y acceder a los suministros que salvan vidas que contienen.
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