Historia de Miami

Recordando la Historia Negra en La Pequeña Habana: General Antonio Maceo

En el Parque Memorial Cubano de la Pequeña Habana hay un monumento a Antonio Maceo; el primer monumento del general mulato (Afro-Cubano) que fue instalado en un parque público en los Estados Unidos. Pocas personas saben que el difunto Alcalde de la Ciudad de Miami, Maurice Ferré, también nombró al Parque del Dominó en memoria de Antonio Maceo; desde ese tiempo fue renombrado en memoria de Máximo Gómez. 

Qué hay de especial acerca de Antonio Maceo se pregunta? Acaso no conoce quién fue? Como hace poco que pasó el aniversario de la muerte de Maceo (el 7 de diciembre) sin alguna aparente conmemoración pública, dedico este artículo al recuerdo del hombre apodado como “El Titán de Bronce”. 

Tristemente, las contribuciones de Maceo a la historia parecen haber sido virtualmente borradas, por lo menos aqui en Miami, a pesar del busto de bronce de Maceo que aún está en pie en la Pequeña Habana. Cuando le pregunto a mis estudiantes (en la Universidad Internacional de la Florida) si han escuchado alguna vez acerca de Maceo, casi siempre responden que no. Cuando los Miamenses hacen giras de la Pequeña Haban, parecen no estar tan ignorantes de esta heroica figura tanto como los turistas de otras partes del mundo. 

Maceo, el gran general de la guerra de la independencia de Cuba. 

En el momento de su muerte el 7 de diciembre del 1896, con solo 51 años de edad, el Teniente General Cubano José Antonio de la Caridad Maceo y Grajales había sobrevivido 25 heridas de balas durante sus años de batallar por la independencia de Cuba de España. Había pasado 32 años de su vida peleando por la independencia de Cuba, libro 900 combates y nunca había perdido una batalla. Se unió a las batallas rebeldes en 1868, ganando rápidamente el reconocimiento por su capacidad de liderazgo y, finalmente, ganando el rango de general, sirviendo directamente bajo el dominicano, Generalísimo Máximo Gómez. 

Maceo es uno de los heroes mas admirado de Cuba. En lo que llegó a ser conocido como la Protesta de Baraguá en el 1878, se negó a firmar un acuerdo para poner fin a la guerra de 10 años de Cuba contra España. Nada lo hubiese convencido para renunciar a la lucha para lograr la independencia y poner fin a la esclavitud. Finalmente lideró la famosa invasión del oeste de Cuba.

James Hyde Clark (1896), un sureño que compartió un tiempo con Maceo durante la guerra de independencia de Cuba, describió a Maceo como “el héroe más grande del siglo 19, incluso en la historia,” según lo documentado por el historiador Eric Foner: Él ha ganado el control de toda la isla una y otra vez. Con 20,000 hombres, no solo ha mantenido a raya a más de 200,000 hombres bien entrenados, bien disciplinados y bien armados, sino que los ha derrotado repetidamente y forjado un camino de un extremo de la isla al otro.

Para Maceo el temor era un mito. Estaba absolutamente desprovisto del sentido que nosotros llamamos miedo. Cada nervio, cada sentido, vibraba con una previsión aguda, certeza de victoria y amor por su país, al punto a que nunca prestó atención a su peligro personal. Muchas veces he pensado si otros grandes generales fueron como Maceo pero la historia no muestra luz alguna... Por eso es que los Cubanos ganan sus compromisos, con una figura tan noble como líder, incluso una banda de cobardes podría barrer todo delante de ellos. 

Muy a menudo las descripciones de Maceo lo reducen a un hombre brutal de guerra. Pero Maceo era extremadamente inteligente y de buen corazón. Syme-Hastings lo describió como un "hombre hecho a sí mismo de poderes intelectuales poco comunes y de excelente carácter".En otro pasaje, escribe: "Nunca olvidaré la primera vez que lo vi, fue la noche en que llegué a Pinar del Río, nos sentamos y hablamos juntos durante más de dos horas y, por extraño que parezca, más de la mitad del tiempo lo pasamos dialogando acerca de asuntos literarios y autores.” 

A pesar de la reputación de Maceo como un hombre de buen carácter, siempre tuvo que lidiar con el racismo. En 1895, el presidente cubano Salvador Cisneros de Betancourt, que había sido el Marqués de Santa Lucía en España, comentó: “Qué pena es la condición de Antonio Maceo [como mulato/negro], porque es y será un buen líder; si no lo es, será superior a [Máximo] Gómez; pero los prejuicios de los vulgares son del diablo.” Algunas personas se negaron a creer que un hombre negro podría ser tan inteligente y talentoso. El presidente cubano Tomás Estrada Palma ordenó exhumar los restos de Maceo y analizarlos después de su muerte. Usando métodos que desde entonces han sido invalidados, estos llamados "científicos" dijeron que Maceo tenía la cabeza de un hombre blanco y el cuerpo de un hombre negro. 

Después que Maceo murió, fue reconocido con monumentos en Jamaica y Costa Rica, y muchos afroamericanos nombraron a sus hijos en honor a Maceo. Sin embargo, no fue hasta el 1916 que el gobierno cubano erigió su monumento al héroe. “Maceo podría haber sido el Simón Bolívar o San Martín cubano”, escribió la historiadora Erna Ferguson en 1946, “si hubiese sido blanco.”

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