La leyenda local Miguel Cruz juega un papel importante en mantener la cultura y la historia de Cuba en la Calle Ocho.
Toca los tambores y educa los turistas y a los residentes locales acerca de la historia de la música afrocubana. Miguel Cruz aprendió a tocar varios de los instrumentos afrocubanos en Cuba como el güiro, los bongos, y los timbales.
Emigró a los Estados Unidos cuando tenía 13 años, en 1961, después de la Invasión de la Bahía de Cochinos. Como nativo de la Pequeña Habana, Miguel dice que se siente privilegiado de poder ver su comunidad crecer y desarrollarse de la manera que lo ha hecho. Recuerda un tiempo cuando en la Calle Ocho quienes predominaban eran los Anglosajones. En aquel entonces, solo había un otro niño hispano en su aula y el idioma Español era esencialmente ignorado. Se siente orgulloso de ver como oficiales elegidos, negocios locales, y hasta los policías a caballo ahora son de raíces hispanas y están en posiciones de poder.
También le gusta que ahora los turistas viajan a vernos y conocer nuestra cultura. Miguel proviene de una familia con fuertes inclinaciones musicales. Su hermano le enseñó los movimientos básicos y su padre era bailarín. Miguel dice que cada persona pasa su vida buscando su propósito y él ha encontrado el suyo a través de su música. Ha explorado la religión, la política y la literatura y nada le trae la misma sensación que le trae la música. El dice que la música tiene el poder de cambiar tus emociones casi instantáneamente.
Su primer trabajo fue cosechar tomates con su tío en Homestead. Pero su primer trabajo en el campo de la música fue aquí en Miami, cuando apenas tenía 15 años. Empezó tocando con una orquesta local de Cuba y eventualmente trabajó con varios artistas. Logró tocar junto a personas que ya habían sido famosas en Cuba que habían emigrado de Cuba para poder expandir su carrera en los Estado Unidos y habían tenido que básicamente comenzar de nuevo.
Cruz recuerda haber trabajado con artistas como: Orlando Vallejo y Orlando Contreras entre muchos otros artistas muy conocidos. Hasta pudo darse el lujo de trabajar con Celia Cruz en varias ocasiones. Sus recuerdos de Celia son cariñosos, recordándola como una persona del pueblo para el pueblo y que le tenía un tremendo respeto a su esposo Pedro Knight. Eventualmente comenzó a tocar con orquestas locales de Miami y recuerda haber tocado con Luis Santi.
Miguel Cruz y el jazz
Cruz también ha probado los otros géneros de música que son el jazz y la música blues cuando se casó y se mudó a California, lugar donde vivió por más de 20 años. Ahí pudo descubrir el sonido Americano del rock con bandas como Santana. Hasta formó una banda llamada Chango y viajó alrededor del mundo tocando con su grupo, que contenía personas locales como Pepe Gomez un artista que vivía en Hialeah y se quedó en California.
Miguel dice que también ha sido privilegiado de poder hacer una carrera de poder grabar con otros artistas famosos. Pudo grabar con el guitarrista Ry Cooder y de ser testigo de la creación del Buena Vista Social Club. Miguel disfruta de la universalidad del sonido Cubano. Él recuerda cómo las personas judías en Nueva York o hasta personas de Japon venia a las presentaciones. El dice que las personas judías de Cuba fueron quienes inventaron la “Rueda de casino”.
Miguel dice sentirse honrado de haber sido testigo de la revolución musical que ha ocurrido en los Estados Unidos. La integración de diferentes sonidos, ver como como mucho artistas crecieron, llegaron a la cima y luego cayeron. Volvió a mudarse a Miami en el 1990. Entonces hizo presentaciones en Mango’s Tropical Cafe por siete años donde conoció a su segunda esposa, una cantante local. Hasta la fecha todavía lo invitan a tocar instrumentos para los invitados. Miguel Cruz también colaborado con los Maestros Cubanos en algunos proyectos. Tiene cariñosos recuerdos de haber trabajado con Jose Fajardo, Pepe Vera, Edwin Bonilla, e Israel Kantor junto a unos cuantos otros artistas. Se siente honrado de haber trabajado con más de 20 grandes artistas y de haber colaborado en la música con ellos. Después de ese proyecto trabajó específicamente con Israel Kantor and Juan Pablo Torres.
Lo que la música le significa a Miguel
Cruz dice que la música instrumental le salvó la vida. Después de un divorcio y un accidente, tocar su instrumento le dio propósito a su vida. Dice que la música le permitió crecer no solo físicamente pero mentalmente también. Hoy podemos encontrar a Miguel tocando sus tambores en el Cuba Ocho Museum. Dice que ha podido lograr todo eso gracias a dos factores mayores: 10% lo atribuye a talento y 90% a la determinación. Trabajo para socializar y crear oportunidades para sí mismo mientras que mantenia su originalidad. Toca varias veces en la semana entreteniendo a personas de diversos trasfondos. En una conversación con el dueño, Robert Ramos, le dijo a MIguel “la música es la forma de arte más cercana a Dios.” Cuando Miguel le preguntó porqué le respondió, “es la forma de arte que va directa al corazón.” Miguel siente gozo cuando puede servirle de mejoría en el dia a alguien.Ha visto a personas llegar con poca energía y salir con un aura positiva. Miguel Cruz es un tesoro escondido en la Calle Ocho. Una de las tantas personas con una rica historia y un gran conocimiento de la cultura Cubana.
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